Monday, January 5, 2009

Alegría

Quisiera hablar de la alegría, cuando no de la risa. Eso que uno siente cuando se deja llevar por una suerte de sana ebriedad. Pero, entonces, recapacito. Contemplar una realidad de hielo y de fuego me produce una sensación aterradora que debe ser algo así como sagrada. Por ejemplo, la frialdad con la que se justifica la invasión a la Franja de Gaza. La fogosidad con la que se asume el discurso del abusador. Quisiera pensar, alegremente, que es posible que algunas palabras tengan un mínimo sentido de lo justo.
Debo insistir. Hoy es víspera de Reyes. Por estos días he visto a mis hijas resplandecer de risa en la hermosa luz azul de diciembre. Cantar a dúo como si lo hubieran practicado toda la vida. Y es que sí. Lo han venido practicando toda la vida. Mi madre bailó dejando en el aire ese poco de energía que es necesaria para contagiarse: bailar es una energía liberadora, aunque sea por unos segundos. He visto reír a toda mi familia. Jugar. Tengo la sensación, el alivio, de que es posible transformar cada reunión en fiesta.
También he visto a mi padre, callado, mirarnos a todos con los ojos húmedos de melancolía. Él, más que ninguno, puede hablar del tiempo y de los sacrificios, aún desde el silencio. Tendremos que aprender los chistes del viejo, para que sea él quien los escuche ahora. En el tiempo sagrado.
Quisiera hablar de la alegría. Insisto. Aunque no me olvido del mundo allá afuera, más allá de este alivio, de esta sana ebriedad de hoy. Acepto el hielo y el fuego. Amo esa pequeña comunidad de la familia de sangre y la que añadimos desde el cariño. Acepto mi soledad y la de otros. Esta comunión del hombre con el cielo y la tierra. El cielo es la esperanza y el deseo. ¿La tierra? Ah, la tierra es hielo y fuego. Venga ese trago.

3 comments:

Rebeca said...

¡venga!

me alegra tanto tu alegría que ahora no se donde puse la mía, ya la busco luego cuando la necesite...

un abrazo de navidad( que son muy rojos siempre)

DIANA-CHAN said...

que bonito ,

yo de niña finjia mejor mi indiferencia en los diciembres,
que me parecen tan crueles , demonios,

yo como quisiera ser un tanto mas egoista y dejar de pensar en todas las personas que lo pasan mal en esas fechas, de todos a los que les falta algo , ojala , ojala.

asi yo tambien fuera una de esas personas alegres que se visten bien y brindan en esas noches , no puedo , soy yo, mas devil que cuando niña.

Rafael Acevedo (a.k.a Rafah, Sirreal) said...

la navidad es un relato. ficción que acepto porque hay fiesta.

Diana/chan. la carne es dévil (sic)