Sunday, January 4, 2009

Salmo 83





¡Qué despreciables son tus moradas,
Umbral del infierno
Señor de los ejércitos
Ehud Olmert!
Mi alma se consume y anhela
los atrios del Señor
para hacerlos temblar,
mi corazón y mi carne
retozan por el Dios muerto
que no ve nada.

Hasta el gorrión ha encontrado una urna funeraria;
La golondrina, un cadáver de niño cerca de su nido:
Tus altares, Señor de los ejércitos,
Ehud Olmert
están repletos de sangre.
(Una niña ha muerto con su traje de fiesta).

Malditos los que viven en tu casa,
alabándote siempre.
Dichosos los que entrenan contra ti su fuerza
Al preparar su peregrinación:

Cuando atraviesan áridos valles,
los convierten en oasis,
Como si la lluvia temprana
los cubriera de olivares.


Señor de los ejércitos, Ehud Olmert
escucha:
mira el rostro de tus víctimas,
Si Dios existe se cruzarán tus ojos con los de ellas.

Una niña ha muerto con su traje de fiesta.
Quizás si dios dejara de existir el fuego tornará,
Señor de los ejércitos, Ehud Olmert,
Con el calor necesario para ti
y los que te alaban:
Ese pueblo Elegido para fundar el infierno.

1 comment:

Sirama Bajo said...

I thought you weren't returning to your blog, but I see that you have come back and the news has left you shaken with nausea.