Tuesday, June 26, 2007

Sergio Ramírez: Apóstata de la fe

Una entidad suprema que ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos desde su majestad de tribunal ideológico mundial, y que se llama "En defensa de la humanidad", me ha separado del rebaño de los buenos premiados con las delicias del cielo de la izquierda oficial, y me ha enviado al plan de los infiernos donde se consumen entre llantos y crujir de dientes los condenados de la derecha. La sentencia puede leerse en dos artículos de prensa distribuidos por el capítulo cubano del Santo Tribunal, uno de ellos titulado "¿Es usted un guerrillero latinoamericano convertido al neoliberalismo? En el diario El País hay un sitio para usted".
Todo se origina en mi artículo "Crimen y castigo", que mis jueces leyeron en el diario El País de Madrid, pero que se publicó igualmente en una docena de diarios de derecha, de izquierda y de centro, como todos los demás que escribo, y que se refiere al cierre obligado de la emisora RCTV de Venezuela por órdenes del gobierno del presidente Chávez, un hecho que ha sido juzgado como violatorio de la libertad de expresión desde diferentes perspectivas, otra vez de derecha, de izquierda, y de centro, en todo el mundo.
Desterrado del paraíso, y entregado al fuego eterno, no me queda sino un examen de conciencia. ¿Por qué he pasado a la lista de los apostatas de la fe? ¿El tránsito desde la izquierda para convertirse en agente de la derecha está determinado por el rechazo al cierre de un medio de comunicación, cualquiera que sea su identidad? ¿Si hubiera aplaudido la cancelación de la licencia de RCTV, me extenderían los jueces del tribunal mi certificado de izquierda? Y esto me lleva a una pregunta aún más de fondo: ¿Para ser de izquierda hay que apoyar a Chávez en todas sus acciones?
Y una, que en lo que personalmente me concierne, es aún más de fondo: ¿Ser opositor de Daniel Ortega, aliado del presidente Chávez, me hace de derecha? Lo digo no sólo porque el presidente Ortega ha celebrado y justificado el cierre de la RCTV, y en una cadena nacional de radio y televisión en Caracas, sentado al lado de Chávez, increpó a los estudiantes universitarios por protestar en las calles contra ese mismo hecho que yo he condenado, previniéndolos de no prestarse al juego del imperialismo. ¿Somos, entonces, esos miles de muchachos y muchachas, y yo, y tantos que han escrito artículos en contra del cierre de RCTV, parte de una conspiración imperialista?


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Sergio Ramírez: Apóstata de la fe - La Insignia

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