Tuesday, August 21, 2007

Solaris, de Stanislav Lem y Andrei Tarkovski y Steven Soderbergh

Stanislav Lem

Solaris, de Stanislaw Lem es una novela claustrofóbica. Solaris es un planeta envuelto en un océano vivo. Por décadas se ha intentado descifrar el enigma de cómo el planeta mimetiza el pensamiento de los científicos que se hallan estudiándolo. El texto presenta, en resumen, a pocos personajes enfrentados al océano que es capaz de recrear, en carne y hueso, fantasmas del pasado. Y ni a tiros voy a contar la novela. Una buena reseña sobre ella la encuentra en Revista Gigamesh - Crítica de libros - Solaris, de Stanislaw Lem.

Hay dos versiones cinematográficas de la novela. La primera, de 1972, es una versión del maestro Tarkovski. El director soviético ha dicho que Solaris trata de personas que se han perdido en el cosmos y que - quieran o no - ahora tienen que aprender cosas nuevas. Este afán de saber, impuesto aquí al hombre desde fuera, es a su modo algo tremendamente dramático, puesto que se ve acompañado de continua intranquilidad y de carencias, de dolor y decepción, puesto que la verdad última es inalcanzable. A ello se añade que al hombre le ha sido dada una conciencia, que empieza a atormentarle en cuanto su comportamiento es contrario a las leyes morales. También la existencia de la conciencia es, en cierto modo, algo trágico. Lo menos que interesa en esta mirada fílmica es la ciencia ficción. Algunos críticos han esbozado el concepto conciencia-ficción pues es éste un relato sobre los límites del conocimiento y la percepción. la película tiene la atmósfera sombría de la novela pero, por supuesto, la carga onírica es mayor. (Sobre el cine y el sueño ya habló Artaud).


Tres décadas más tarde Steven Soderbergh realizó una versión de la película. Su Solaris tiene una ambientación futurista más cercana a nuestra sensibilidad. A Soderbergh le interesa más la relación entre el protagonista, Kelvin, y el fantasma del pasado (por supuesto, una mujer, Harey en Tarkovski, Rheya en Soderbergh). Si se ha leído la novela y se ha visto la versión del director soviético podría pensarse que esta versión de la versión es débil. Sin embargo, a mí me parece una hermosa historia de amor ambientada en el futuro. La presencia de Lem es lejana. La de Tarkovski también. Pero Clooney y Natascha McElhone forman una siniestra pareja en una relato cinematográfico excelente. Lenguaje visual, música, tempo perfecto. Una trágica historia de amor. Nada más que eso. Las comparaciones no funcionan aquí.

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