Monday, October 27, 2008

OKtoberKrash






Steven Puetz ha descubierto que las grandes caídas bursátiles han ocurrido alrededor de la luna llena o en períodos de seis semanas antes o después de eclipses lunares. Eso ocurre mayormente en octubre. Otoño (fall en inglés). Está claro, la luna llena altera la sicología de los inversionistas. Van de los colmillos afilados de los capitalistas salvajes a las profundas ojeras del rico paranoico. ¿Síndrome de Halloween?
He salido al patio a mirar las estrellas y la luna. Sí, hay una liebre en su faz. ¿También la luna quiere hacernos pasar liebre por gato? Analizo. Hay gato encerrado. Los gatos tienen hábitos nocturnos. El hábito no hace al monje. Por tanto, mirando el brillo de la Osa Mayor, las calabazas encendidas que el vecino puso en el balcón, e imaginando las mareas, debo inferir que el 27 de octubre ocurrirá una baja histórica en Wall Street. O quizás el 28. Denme al menos 24 horas de margen de error. Eso es lo que tarda la tierra en dar una vueltita, ¿no?
¿Es hora de asustarnos? ¡No! Propongo reeditar la obra de los ciclos económicos de Nikolai Kondratieff, colocar una foto de neón con el rostro de Marx entre las luces titilantes deTimes Square. Él, que proporcionó perfectas descripciones de la dinámica capitalista, sería la máscara favorita para el miedo y la ansiedad de los inversionistas en la venidera fiesta de disfraces. Propongo averiguar quienes son los que celebran su octoberfest cada octoberkrash. Sugiero que la desaceleración de la economía no es, intrínsecamente, un índice negativo. Recuerden el cuento de la liebre y la tortuga. Y ¿Qué tal otra definición de riqueza que no incluya fraude entre sus acepciones?
Algunos pensarán que mi predicción y mis propuestas son una locura. Pues lea el Wall Street Journal y entérese allí de las razones que esgrimen los expertos para aclararnos esas fluctuaciones de la bolsa. Ahí hay gato encerrado. Y ratones sueltos.

3 comments:

Mara Pastor said...

en mi patio hay liebres. también duelen más los dientes con la luna llena, y me pregunto si es que la bolsa se desangra, que le llega su luna, o que le crecen los colmillos a los inversionistas...

Desvalijadas said...

aquí no hay liebres, pero hay luna. y un gato encerrado, que es el mío que todavía no sabe jugar afuera. este escrito es una fábula y una crónica. cróbula? me gusta.

Rafael Acevedo (a.k.a Rafah, Sirreal) said...

cróbula!!!!! crónica fábula. genial. y ahora que cayó el precio del petróleo, como un humpty dump-tea, qué se levantará?

seguramente un monje venderá su ferrari y a álguien le moverán el queso y le servirán sopa de pollo para el alma y problema resuelto.